¿Alguna vez has sentido que, por más que trabajas en ti mism@, meditas y buscas soluciones, nada fluye como quisieras? ¿Que el merecimiento parece un muro invisible que te impide recibir lo que deseas y, sobre todo, ser feliz?
Hoy te quiero compartir una experiencia muy personal y profunda que me llevó a descubrir la raíz de muchos bloqueos: el merecimiento. A través de la meditación cuántica y un proceso de transformación cuántica, aprendí a soltar ese control rígido y a permitirme recibir. Si te interesa el crecimiento personal desde una perspectiva cuántica, este artículo es para ti.
La lucha interna: mucho trabajo interior pero pocos resultados
Seguramente has pasado por eso: haces muchas terapias, asistes a retiros, lees libros de autoayuda y crecimiento personal, pero sientes que no avanzas lo suficiente. O quizás ni siquiera has empezado y ya te abruma la cantidad de información y palabras que no logras entender del todo. Yo misma he estado ahí, sintiendo que hago mucho y recibo poco, especialmente cuando entrego contenido gratuito en redes sociales o ofrezco ayuda a otros.
Este estancamiento no es raro y muchas personas en el mundo del desarrollo personal lo viven. Por eso, hoy quiero hablarte de un tema que considero fundamental: el merecimiento. Este concepto va más allá de solo pensar «me lo merezco»; implica un proceso profundo de soltar creencias limitantes y abrir el corazón para recibir.
El maestro inesperado: una herida que me enseñó sobre el merecimiento
Hace aproximadamente una semana, una mancha en mi pierna que había estado inactiva por seis años se activó y se convirtió en una pequeña llaga. Esto me llevó a visitar a un médico especialista en piel, pero más allá del diagnóstico físico, esta herida se convirtió en una gran maestra para mí.
Mientras viajaba en tren hacia la consulta, inicié un diálogo interno con mis guías espirituales para entender qué me estaba enseñando esta herida. La primera pregunta fue: ¿qué me está mostrando esta herida? ¿Es una herida emocional, sentimental o física? La respuesta que sentí fue preocupación, pero no una preocupación normal, sino una que surge porque algo está fuera de mi control.
Desde hace años he trabajado mucho en dominar mis emociones y pensamientos, especialmente con la medicina alternativa y la meditación cuántica. Sin embargo, esta herida me sacó de mi zona de confort porque se trata de materia física, algo que no puedo controlar por completo. Necesitaba confiar en alguien externo, en este caso, el médico especialista, y eso me hizo enfrentar una creencia profunda: la desconfianza hacia dejarme ayudar y el miedo a perder el control.
Reconocer el bloqueo: el miedo a recibir ayuda
En ese momento, me di cuenta de que mi verdadero bloqueo no era solo físico o emocional, sino que estaba en el merecimiento. Siempre he sentido la necesidad de controlar todo, de ser yo quien haga las cosas, y eso me ha impedido permitirme recibir ayuda de otros. Este patrón se refleja en situaciones cotidianas, incluso en gestos simples como cuando alguien intenta ayudarme o compartir conmigo algo.
Por ejemplo, recuerdo una vez que Mikel, mi compañero, compró un cartón de leche de avena. Mi impulso fue pagarle yo, pero sentí resistencia a recibir ese gesto. Esto me hizo ver claramente que el problema estaba en permitirme recibir, en aceptar que merezco ayuda y regalos sin sentir culpa o incomodidad.
El camino cuántico: responsabilidad y creación de la realidad
Desde 2013, he trabajado con la meditación cuántica y la enseñanza del Dr. Joe Dispenza, quien me hizo entender que somos responsables de crear nuestra realidad. Este conocimiento rompió muchas creencias previas que tenían que ver con aceptar que «las cosas son porque tienen que ser». Ahora sé que no solo somos víctimas de las circunstancias, sino creadores conscientes o inconscientes de nuestra vida.
Este cambio de paradigma implica que si algo no se manifiesta en tu vida, tú tienes que mirar hacia adentro para descubrir qué creencias o bloqueos lo están impidiendo. Es un proceso que requiere valentía, honestidad y trabajo interior constante.
La transformación constante: lecciones de vida y sanación profunda
La transformación cuántica no es un proceso rápido ni lineal. Es un camino de aprendizaje constante donde cada lección que aprendes da paso a otra nueva. En mi caso, la herida en la piel se convirtió en un espejo físico que reflejaba una herida interna profunda, un patrón que se repite desde hace más de 30 años, desde que me hice autónoma y asumí la responsabilidad total de mi vida y negocio.
Este patrón se basa en querer tener todo bajo control y no permitir que la energía fluya a través de recibir ayuda, colaboración o incluso ingresos de otros. Es un bloqueo del ego que, aunque puede protegernos, también puede limitarnos y frenarnos.
Por eso, he decidido hacer una constelación familiar para trabajar aún más en este bloqueo y soltar estas creencias que me impiden avanzar. La herida física en mi piel es solo una manifestación externa de un proceso interno mucho más profundo.
Manifestar desde el campo cuántico: más allá de la mente
Cuando manifestamos desde la mente, la manifestación puede ser rápida porque estamos forzando y visualizando cosas específicas. Sin embargo, cuando trabajamos a nivel cuántico, dejamos que el universo nos envíe lo mejor, y ahí es donde muchas personas se pierden porque es un terreno desconocido para la mayoría.
La meditación cuántica te conecta con tu esencia divina y tu yo cuántico, ese ser interior que sabe todo y que puede guiarte hacia la mejor versión de ti mismo. La transformación cuántica implica soltar la versión antigua que ya no quieres y abrirte a una nueva realidad más alineada con tu ser.
Es importante entender que manifestar salud, felicidad o éxito no es solo cuestión de desearlo, sino que requiere hacer cambios profundos en tu vida y eliminar creencias limitantes. La meditación y la transformación cuántica te ayudan a tomar conciencia de estas creencias y a liberarte de ellas.
El dolor de la transformación: un proceso natural y necesario
La transformación suele implicar dolor porque implica soltar viejas versiones de ti mismo. Es similar a cómo las serpientes mudan su piel o las mariposas atraviesan etapas para convertirse en algo nuevo. Cuando eras niño, seguramente sentiste dolores de crecimiento; ahora, en tu proceso de transformación, también experimentarás dolores internos que son parte del cambio.
Este dolor no debe enfrentarse de manera frontal y agresiva, sino con reflexión y desde el interior, permitiéndote entender qué parte de ti necesitas soltar para avanzar.
La misión de vida: liberarte para ser feliz
Después de años de trabajo interior y meditación cuántica, he llegado a la conclusión de que nuestra misión de vida podría ser simplemente conocernos para liberarnos de las emociones que nos atan. Cada vez que crees que has avanzado, aparece una nueva lección para seguir creciendo.
La herida que me supuró y me hizo reflexionar sobre el merecimiento me mostró que muchas personas se quedan atrapadas en el miedo, en la dependencia del médico o en la preocupación, sin entender que el proceso de transformación es constante y profundo.
Por eso, no pienses que el cambio será rápido ni sencillo. Vas a aprender una lección, luego otra, y manifestarás partes de la vida de tus sueños, pero también tendrás que trabajar tus creencias internas para sostener esos cambios.
Conclusión: mereces ser feliz y permitirte recibir
Si todo fuera más sencillo, la vida sería solo ser feliz. Pero la realidad es que muchas veces bloqueamos esa felicidad porque no creemos que la merecemos. Es fundamental cambiar el chip y reconocer que sí mereces lo mejor, que mereces ser feliz y que mereces permitirte recibir ayuda, amor y abundancia.
Si quieres comenzar tu proceso de transformación cuántica, te invito a unirte al curso que comienza el 9 de junio, donde trabajaremos en profundidad para soltar esa versión antigua de ti y conectar con tu yo cuántico. El curso es para un máximo de 11 personas para garantizar una atención personalizada y acompañarte en cada paso del camino.
Recuerda que la vida es transformación y que hemos venido a ser felices. Despréndete de las cargas que te pesan y abre tu corazón a la abundancia que mereces.
Si quieres más información o asistencia personalizada, puedes contactarme por WhatsApp al +34605082818.
¡Te espero en este hermoso viaje hacia tu mejor versión!
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