Vivir rodeada de DUDAS no es simplemente “no saber qué hacer”. Es un estado interno que se va colando en cada rincón de tu vida hasta convertirse en una carga diaria.
Durante muchos años viví atrapada en un estado de duda constante. Y cuando digo constante, es literal. Todo tenía dos caminos, dos opciones, dos posibilidades… y mi mente se quedaba clavada justo en el centro. Derecha o izquierda. Café o chocolate. Blanco o negro. Siempre igual.
Por fuera parecía algo pequeño, pero por dentro era agotador. Sentía que algo tan simple como elegir me drenaba la energía y me hacía sentir insegura, como si nunca tuviera claro si lo que estaba eligiendo era realmente “lo correcto”. Y eso, en decisiones importantes, se volvía un laberinto emocional.
Fue en 1995, estudiando Flores de Bach con Ricardo Orozco, cuando por primera vez puse nombre a todo aquello que me pasaba. Descubrí que no era “que yo fuera indecisa”, sino que estaba experimentando un tipo concreto de duda emocional: la duda entre dos opciones.
Y aquí vino mi gran revelación:
no todas las dudas son iguales.
No a todas las personas nos afectan de la misma forma.
Y lo que yo vivía era un patrón emocional muy claro que podía armonizarse.
Aquello cambió mi vida. Por fin entendí qué me estaba pasando y por qué me paralizaba tanto elegir. Sentí alivio, comprensión y, sobre todo, un camino para transformarlo.
Y hoy quiero hablarte justamente de eso:
de las dudas, de cómo te afectan y de cómo pueden convertirse en un peso enorme en tu día a día… pero también de cómo puedes transformarlas.
Las dudas no solo confunden… también desgastan
Cuando vives con dudas continuas, algo dentro de ti se tensa.
Tu cuerpo lo nota.
Tu mente se carga.
Y tu corazón se apaga un poquito cada vez que vuelves a dudar de ti.
La duda no es “no saber qué hacer”.
Es un ruido interno que te paraliza.
Es sentir que no puedes confiar en tu propio criterio.
Es depender de las opiniones de los demás para sentirte segurx.
Es vivir con miedo a equivocarte.
Y ese estado te roba presencia, claridad, oportunidades y bienestar.
Sé muy bien lo que duele. Lo viví muchos años.
La duda es un desequilibrio emocional, no un defecto personal
Hasta que entendí esto, me juzgaba muchísimo. Pensaba que tenía un problema, que algo en mí no funcionaba, que a los demás les era fácil decidir porque eran más fuertes o más seguros.
Pero no.
La duda es un desequilibrio emocional, y como tal, se puede reconocer, sentir y transformar.
Cuando lo descubrí sentí una liberación enorme. Ya no tenía que pelear con las dudas, sólo tenía que reconocerla, entenderla y equilibrarla.
Y ahora tú tienes la misma oportunidad
Lo bonito de todo esto es que hoy tú puedes recorrer un camino que a mí me habría encantado vivir en ese momento:
un camino vivencial, no teórico, donde no estudias la emoción, sino que la integras en tu cuerpo.
Esto es exactamente lo que hacemos en Alquimia 11:11.
Y el 16 de diciembre abrimos el tránsito del grupo de las DUDAS e INCERTIDUMBRES, el portal perfecto para empezar a transformar todo este ruido interno que tanto desgaste te produce.
En este proceso tomarás una flor sin saber cuál es ni para qué sirve. Así lo hacía Edward Bach, y así se revela la verdad emocional dentro de ti. No desde la mente, sino desde la experiencia. Cada semana una flor. Cada semana un descubrimiento. Cada semana un paso más hacia tu claridad.
Lo que hace ÚNICO ESTE CURSO es que no necesitas memorizar nada.
No vienes a estudiar flores.
Vienes a sentirlas.
A permitir que tu cuerpo te muestre el mensaje.
A integrar la emoción desde dentro.
Así es como yo aprendí a transformar mis dudas,
y así es como tú podrás transformar las tuyas.
Y si te preocupa el ritmo… tranquila
Alquimia 11:11 es de acceso libre.
Te unes al grupo que te resuene.
Participas cuando lo sientas.
Avanzas a tu ritmo.
Solo necesitas tener tu Kit de Flores de Bach o a alguien que pueda preparártelas cada semana si deseas hacer el recorrido completo. Lo demás nace de ti.
Este camino te lleva a reconectar contigo
Cuando empiezas a equilibrar las dudas, algo dentro de ti se recoloca.
Viene la calma.
Viene la claridad.
Viene la confianza.
Es un proceso profundo, honesto, transformador… y real.
Si estás cansadx de sentirte bloqueadx, agotadx, insegurx o dependiente de lo que otros opinen, este tránsito te va a encantar. Es muy sanador y te devuelve a tu centro.
Porque sí: tú puedes confiar en ti.
Solo necesitas abrir ese camino.
Antes de finalizar quiero compartir que este curso lo dejé de impartir durante años por dedicarme a otros proyectos, pero ahora que vuelvo a reemprenderlo con la versión Alquimia 11:11, donde lo fusiono con meditaciones canalizadas en directo para cada flor, quiero compartir una de las experiencias de nuestras alumnas:
EXPERIENCIA OTRA ALUMNA CURSO FLORES DE BACH
Montserrat Oliveros
Fundadora Escuela Meditar y Éxito
Fundadora Centro Hermes cuida´t i aprèn






