La importancia de decir adiós a los dramas familiares para siempre

¿Sabías que los dramas familiares  te consumen energía, te agotan, te reducen tu claridad mental y te desconectan de tu Poder Personal?

¿Por qué los dramas familiares te roban tanta energía?

Las peleas, la necesidad de ser comprendida, el intento de encajar o de complacer son una especie de adicción. Pasamos años enganchados al drama familiar, creyendo que todo es culpa nuestra. Ese estado de alerta constante —de defensa o supervivencia— consume la mayor parte de tu energía vital.

Cuando gastas esa energía en intentar que las relaciones funcionen, no te queda fuerza para ti: para crear, para cuidarte, para avanzar. ¿Te suena familiar terminar el día agotado sin haber hecho lo que realmente te nutre? Eso sucede porque estás viviendo en modo lucha y no en modo creación.

El cambio comienza dentro de ti

Una verdad fundamental: el cambio que quieres ver en el mundo empieza en ti. No puedes controlar la conducta de los demás, pero sí cómo respondes. Poner límites, aceptarte y dejar de asumir la culpa transforma por completo la dinámica familiar.

Una estrategia práctica que uso es tomar distancia emocional al reconocer: “Esto no es para mí, es para él/ella”. Al desidentificarte con el conflicto recuperas energía y claridad para actuar desde tu centro, no desde la reacción automática.

“Sé el cambio que quieres ver en el mundo.”

Vibraciones: alta y baja — ¿qué estás atrayendo?

Somos vibración. Cuando estás en alta vibración (alegría, gratitud, amor), atraes experiencias que resuenan con esa energía. En baja vibración (ira, ansiedad, resentimiento) atraerás más conflicto y sufrimiento.

  • Alta vibración: abrazar a tu mascota, sentir gratitud, disfrutar un logro personal.
  • Baja vibración: estar enojado, estresado, rumiando conflictos familiares.

El objetivo no es negar las emociones dolorosas, sino transformarlas: pasar de revisar continuamente el sufrimiento a generar luz y bienestar interior. Así cambias lo que atraes.

Cómo recuperar tu energía: pasos prácticos

A continuación tienes acciones concretas que puedes implementar desde hoy:

  1. Desidentifícate del conflicto: repite mentalmente “esto no es para mí” cuando sientas que te arrastran al drama.
  2. Ponte límites claros: aprende a decir “no” y a no participar en dinámicas que te drenan.
  3. Empatiza sin absorber: reconoce que esa persona también fue niña, que lleva heridas; puedes compasión sin cargar con su sufrimiento.
  4. Recupera tu poder en el plexo solar: visualiza recuperar la energía que regalas a otros y devolverla a tu centro.
  5. Cuida tu vibración diaria: busca actividades que eleven tu energía: meditar, pasear, abrazar a tu mascota, bailar.
  6. Honra a tus ancestros: sanar la relación con padres y abuelas/e abuelos tiene impacto en tu energía generacional.

Si te interesa profundizar, existen herramientas prácticas como la meditación cuántica, cursos de sanación cuántica y sesiones personales que te acompañan a integrar estos cambios. En mi comunidad comparto recursos, meditaciones y clases semanales para sostener este trabajo.

Qué no hacer: no recrees el sufrimiento

No confundas sanación con mantenerte anclado en el dolor. Repetir continuamente terapias o ejercicios que te hacen revivir la misma aflicción es permanecer en la energía del sufrimiento, y eso, paradójicamente, atrae más sufrimiento. La transformación consciente implica soltar y convertir la oscuridad en luz.

Práctica guiada: Proceso de limpieza con la energía de nuestra familia

Te propongo una meditación breve e intensa para liberar la carga emocional que te vincula a un miembro de la familia que te drena. Busca un lugar tranquilo, siéntate y sigue estos pasos:

  1. Cierra los ojos y coloca las manos sobre el corazón. Respira lenta y profundamente sintiendo el abdomen expandirse al inhalar y hundirse al exhalar. Repite tres veces a tu ritmo.
  2. Baja las manos al plexo solar, justo debajo del esternón. Imagina una esfera blanca frente a ti.
  3. Trae a tu mente al miembro de la familia con quien tienes mayor conflicto —esa persona que más te drena— y recuerda las palabras o escenas que te causan dolor.
  4. Visualiza esas palabras y escenas saliendo de tu plexo solar como raíces o hilos. Llévalas hacia la esfera blanca, viendo cómo se depositan allí.
  5. Mientras vacías tu plexo, dite a ti misma con serenidad: “Te amo tal como eres, pero hoy me amo más y dejo de interpretar un papel que no soy. Decido cortar los lazos tóxicos y permitir una relación basada en la comprensión, la aceptación y el amor. Si no puede ser así, te libero con amor.”
  6. Siente cómo, al decirlo, se quiebra una máscara sobre tu rostro —imagina el sonido— y cómo recuperas tu fuerza interior. Observa la esfera blanca elevarse hacia el sol, estallar y transformarse en luz que ilumina tu camino.
  7. Manda una sonrisa y buenos deseos a esa persona, aceptando que su cambio depende de ella, y no de ti. Respira tres veces más, mueve lentamente manos y pies, estira el cuerpo y abre los ojos.

Repite este ejercicio cada día hasta sentir el alivio y la liberación en tu plexo solar. Puedes hacerlo con cada miembro de tu familia que necesites sanar.

Recursos y acompañamiento

Si quieres apoyo: ofrezco clases semanales de meditación cuántica, cursos de sanación cuántica y mentoría individual para acompañarte en este proceso. También envío un mensaje diario de inspiración y una meditación gratuita al registrarte a mi lista de correos  monserratoliveros.com

Nota: estoy organizando un nuevo grupo de meditación que empezará el 2 de octubre. Este formato es una mezcla de enseñanza práctica de meditación y trabajo personal sobre los retos cotidianos de l@s alumn@s —no solo técnicas, sino transformación real.

Conclusión: tu energía, tu responsabilidad

La familia es fundamental. Honrar a tus padres, abuelas y ancestros es honrar tu vida. Pero eso no implica cargar con conflictos que no son tuyos. Recuperar tu energía, poner límites y elegir la paz es un acto de amor hacia ti y hacia futuras generaciones. Empieza hoy: respira, establece límites, medita y practica la limpieza energética hasta que sientas tu poder restaurado.

Si lo deseas, comparte en los comentarios qué has sentido al practicar el ejercicio o qué has liberado en tu plexo solar. Me encantará leerte y acompañarte en este camino.

Con amor

Luz Montserrat Oliveros

Fundadora de la escuela de meditación y transformación personal Meditar y Éxito

Fundadora del Centro de Terapias Hermes cuida´t i aprèn

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